Este es uno de los “Arcanos” que menos suele salir en mis cartas diarias y en las consultas, pero esto no tiene nada de raro, a los hombres se nos enseña desde pequeños a ocultar nuestros verdaderos sentimientos y ojalá solo quedara en eso.
“El Sumo Sacerdote” es ese Gran Buda que todos llevamos por dentro y que en nuestros peores momentos de angustia aflora y nos ilumina un camino. Hace mucho tiempo un joven llamado Ricardo se encontraba prisionero en un campo de concentración con guardias, enemigos, armas y muchas personas en las mismas condiciones que él (En contra de su voluntad), con el toque de Diana comenzaba un día de rutinas y adoctrinamientos con el único fin de destruir al prójimo y a la mente de los allí recluidos. Nada ni nadie se podía escapar pues las púas de sus alambres les recordaban que era más fácil si se dejabas llevar, en poco tiempo los corazones dejaban de latir y pasaban de la carne a la piedra y la sangre que antes daba la vida se convertía en odio y rencor por todo y por todos, pero en lo más profundo y justo allí en la parte baja de los dos pulmones y entre el corazón y el esternón, latía una pequeña luz, blanca con un resplandor extraño, por un lado quemaba, como el más cruel de los fuegos, pero por el otro, anestesiaba como el hielo más frió. Allí había algo que recordaba a aquel joven que todo aquello estaba mal, que ese no era su camino y que ni los muros, ni los espinos, ni los hombres podían cambiar aquella llama que brotaba de dentro; era simplemente su Dios interior, ese que todos tenemos y que no hay que buscar, tampoco desarrollarlo, simplemente reconocerlo como parte de cada quien, de ti y de mí. Ese Dios que emerge en cualquier circunstancia o momento, ese “Sumo Sacerdote” que es capaz de ver la luz en los momentos más oscuros, ese mismo que puede ser guía de otros que por miedo o desconocimiento, creen perdido el camino.
Mañana en el Amor: El mejor método para enseñar es el amor y la paciencia, de los gritos, sólo queda el cansancio. En el Dinero: Si eres capaz de imaginarlo, también lo eres de conseguirlo, ahora ten paciencia. En la Salud: Jamás podrás hacer un edificio comenzando por el techo. No esperes a que pase el malestar para ir al médico.
Un fuerte abrazo, que Dios los bendiga y feliz día.
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