Realmente ¿hemos de ser esclavos por el resto de nuestras vidas?, “El Colgado” nos enseña a que no debemos, pero en la realidad, es la forma en la que viven las mayorías; Los padres lo son de sus hijos, los empleados de los jefes, el pueblo de los estados, los estados de la banca y ésta es la peor esclava de todas, porque solo obedece al dinero.
Cuenta la leyenda que este “Arcano” al verse inmerso en un caos moral, le pidió a unos amigos que lo atasen en el medio de un camino y de cabeza, “simplemente para intentar ver al mundo al revés”, por ridículo que parezca esta historia, no es muy diferente a la que viven millones de personas con algún tipo de adicción y el cómo desengancharse de ellas. En estos días pasados, me consterno la noticia de que el último que había sucumbido a su esclavitud fue uno de mis héroes de adolescencia el actor Robín Williams, pero llega la hora, al igual que “El Colgado” en el que cada uno se tiene que hacer totalmente responsable de “SÍ” o nos golpeara una ola tipo tsunami que nos aplastara inevitablemente. La esclavitud externa, solo sederá cuando podamos controlar a las internas. Son muchos los adictos a quejarse, a no hacer nada, a ver culpables a los demás de sus desdichas, al trabajo, el alcohol o drogas, al sexo, la televisión, los refrescos, el deporte, el chisme, la limpieza o la suciedad. Siempre se ha dicho que no seremos capaces de cambiar el mundo exterior, si no lo hacemos antes con el propio; y el primer paso es reconocernos a nosotros mismos, que tenemos un problema, el segundo es reconocerlo delante de alguien y el tercero buscar ayuda.
En mi infancia me acuerdo haber escuchado que las penas se deben vivir con las lágrimas por dentro y en silencio, que los hombres no lloran y que una mujer que deja ver sus sentimientos es débil y puede ser confundida con una fulana; pero con el pasar del tiempo, me he dado cuenta de lo equivocados que estaban nuestros mayores, por necesidad los hombres hemos aprendido a llorar, las mujeres a buscar la felicidad y que los que piden ayuda, se salvan en cambio, los que se callan o se buscan un cáncer o suicidan, bueno al fin y al cabo es lo mismo ¿o no?.
En el Amor: Sí, yo cambio, todo lo que está a mí alrededor cambiara. En el Dinero: Salvo los tontos, más nadie cree que sin esfuerzos de su parte, el mundo que lo rodea, cambiará. En la Salud: No podemos pedir a los demás algo que nosotros no estemos dispuestos a hacer por nosotros mismos.
Que Dios los bendiga, un fuerte abrazo y feliz día.
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