¿Cómo puedo Yo hablar del Día del Padre?
El mío murió en mis brazos cuando yo tenía 17 años y ahora tengo 54 años. Desde los 13, viví con mi abuelo que también hizo de padre y amigo, pero Dios es verdaderamente severo y me lo arrancó 6 meses después que a mi papá.
Después perseguí esta sombra paterna en muchas sombras. Un tío lejano que de alguna manera enfiló mi vida a lo que ahora soy.
El Comandante del Cuartel del Ejército, que con su paciencia logró adaptar a un inadaptado.
Quizás mi gran amigo de la vida ese Médico anónimo que me salvó y que aún después de 30 años, sigue allí dando la tarea.
Un profesor de universidad y Gran Maestro de lo Paranormal en Venezuela, que me enseñó los valores de la amistad, el cariño y la paciencia que debemos tenernos los seres humanos.
Dos padrinos adoptivos que hoy me vigilan desde el cielo y que con su amor y bondad dieron forma a grandes pedacitos de mi vida.
Un tío, padrino y compadre que escuchaba mis quejas con santa paciencia, más allá de las puertas de su casa, se convirtió en el refugio perfecto para este animal herido, con mucho amor limpió mis llagas y arrancó la piel muerta, soportando agresiones y embestidas furiosas por guerras que nada tenían que ver con él.
Posiblemente una Madre-Padre que desde 1980 arrastró con 5 hijos a cuestas en el peor momento de nuestras vidas.
No tengo ya idea de cuántos padres he tenido hasta hoy. Pero mi última adquisición ha sido como el rocío de la mañana, hace ya más de una década llegó para darle vida a mi madre. Y me ha obsequiado con una nueva madre feliz, encantadora y que me da vida en cada instante, doy gracias por conocerla.
Con este último padre también llegaron 5 hermanos más, todos varones, lo que nos hace una decena de “Artículos para Damas”. Lamentablemente, ahora somos 9, pero eso me regala otro padre desde el cielo.
Yo, como padre, respiro cada bocanada con un sabor agridulce, he disfrutado y amado a mis 3 hijos desde el mismo momento de su concepción, jugué con ellos, reí con ellos, lloré con ellos, me desvelé con y por ellos. Ya hoy tengo dos adultos y una adolescente que son mi gran orgullo.
Pero si yo perdí definitivamente al mío a los 17, también es cierto que le arranqué a mis hijos su derecho de saber lo que es un padre a tiempo completo. Con 2 divorcios, no destrocé 3 vidas, sino 6 (2 esposas, 2 hijos de un primer matrimonio y una niña del segundo, pero de igual manera también destrozaba cada vez más un pedazo de mi propia vida).
El castigo: 8.000 kms de distancia entre nosotros.
La condena, ya va por 14 años sin permiso ni condicional.
Perdí por completo el derecho que me daba la vida para verlos crecer.
Cada día sé más, que ser padre es estar cerca, muy cerca y amar, amar con las entrañas que arden de amar.
Ser padre es tender puentes para que ellos se acerquen sin importar quién tiene la razón.
Ser padre es llorar en ausencia, sabiendo que ellos la pasan mal por sus propias malas decisiones.
Ser padre es caminar en silencio a su lado, pendiente, con mucho cuidado, ¡Pero sin intervenir! Hasta que se nos pida la mano.
Ser Padre es saber claramente el futuro que les espera y respetar que ahora les toca a ellos vivir su presente.
Ser Padre es hacer todo lo que está en nuestras manos para encaminar a cualquier niño.
Un hombre que es padre, se le reconoce por la forma de abrazar, con esos brazos que arropan para dejar saber que ya uno está en casa.
Doy Gracias a Dios por todos y cada uno de mis padres, Julio César, José María, Alfredo, Alfredo Gabriel, Leopoldo, Teodoro, Cristian, Pablo, Edgar, Julio Ismael, Arnulfo, Iván, Víctor, Tomás, Ramón, Acevedo, Franco, Juan Ambrosio, y tantos más que no podría jamás terminar de mencionarlos.
Feliz Día de San José, Feliz Día del Padre y Gracias Dios por mis hijos y todos los hijos del Mundo.
Ricardo Latouche
