En la vida hay cosas que no tienen ningún sentido y una de ellas es el dolor que nos produce el perder a un ser amado o una relación.
Mi experiencia me ha demostrado que este es el dolor más amargo y terrible que hay; nos asfixia y nos arranca las fuerzas de sopetón.
Las piernas se paralizan y de repente, el mundo comienza a ir como a cámara lenta y mientras más queremos huir, más lento va.
Las lágrimas fluyen por dentro quemando y desgarrando cada poro sin control en su inexorable camino y por fuera caen como cascadas desde nuestros ojos.
Nuestro cerebro comienza a descubrir y relacionar olores, objetos y canciones pareciera que con el único objetivo de hacernos sentir más huecos y más tristes.
Pero Yo he aprendido a dar “Gracias a Dios por ese terrible sentimiento».
Me asombro cada vez que una persona me dice que “Ella o Él” jamás han conocido el amor.
Otros dicen que: ese es un sentimiento que sólo tienen los ilusos o incluso que la gente se lo inventa para decir que el amor es como maripositas en la barriga; pero la realidad es que todos “los que hemos” tenido la oportunidad de vivir y sentir cómo se nos escapa el alma, detrás de un amor, somos capaces de SENTIR, de AMAR y de COMPARTIR el sentimiento más hermoso que hay, ese que da la vida, la felicidad y lo que nos hace diferentes.
Da gracias por ese corazón roto (heartbroken), eso sólo quiere decir que muy pronto llegará alguien que sí se merezca que lo ames, como sabes amar.
Que Dios te bendiga y Feliz semana
Adelante
Ricardo Latouche Pardo
https://youtu.be/ZMUqIoDtSwc