Nota importante:
En Cada entrada interpretamos una baraja diferente del Tarot. A través de Daniel, sus peripecias y lecciones de vida conectamos directamente con la interpretación de las cartas.
Las fui realizando cada día y retirando las anteriores cartas, pese a que algunas, decidieron repetir más no así en la historia. Espero que las disfruten y veremos que nuevas sorpresas nos trae “El Tarot” para el Futuro.
Que Dios los bendiga.
RUEDA DE LA FORTUNA
Reunidos todos en el patio central del templo, uno a uno fueron llamados los aprendices. Cada uno debía permitir que el «Prior» les lavara los pies, un ritual mediante el cual dejaban atrás las costras del pasado y cualquier atadura de su historia. Al hacerlo, el Gran Maestro asumía estas cargas como nuevos retos en su propio karma. Al llegar el turno de Daniel, todos los maestros, que estaban sentados en posición de meditación, se levantaron. Con gran sigilo, despojaron al pupilo de sus ropas, le rasuraron la cabeza y lo guiaron hasta las orillas del río Ganges. Finalmente, cumpliría uno de los ritos más importantes: sumergirse en sus aguas, siguiendo una tradición que habían aprendido de sus hermanos hinduistas, quienes consideran esta peregrinación tan sagrada como la Meca lo es para los musulmanes.
Desde ese día, Daniel llevaría no solo la túnica naranja común de los adolescentes, sino también una de color vino tinto, símbolo de su paso oficial a una nueva etapa. Ahora tendría a su propio pupilo y nunca más volvería a dormir junto a sus amigos. De ahora en adelante, seguiría a su maestro hasta que la muerte de uno de ellos marcara el fin de la cadena de linajes. Daniel debía embarcarse en un nuevo periplo que lo llevaría en largos peregrinajes por el mundo, divulgando las enseñanzas de Buda. Guiaría a sus propios pupilos y daría refugio a todo aquel que lo deseara. Este era un momento muy importante para cualquier monje; sin embargo, no era un título que todos alcanzaban. Muchos debían pasar por diversas pruebas, a menudo sin saber que las estaban enfrentando, y, un día, sin previo aviso, recibían el mensaje de que, en realidad, eran el alma reencarnada de un «Lama» de tiempos pasados. Desde ese momento, el joven sería conocido como: «Luz del Saber, Compañero del Camino Trascendido» (साथीप्रकाशसड़कपारकापता).
Daniel tenía solo 17 años y había presenciado esta ceremonia en una única ocasión, cuando un maestro de 57 años la había recibido. Asustado, se acercó a su maestro y confesó que no se sentía preparado para dar un paso tan trascendental. Con una pequeña sonrisa, el maestro, que en ese momento aún no tenía el grado de «Buscador de Almas» —que ahora le era conferido a su pupilo—, le contestó: «Mi joven hermano, ya no has de llamarme maestro, pues ahora soy yo quien debe aprender de ti. Es precisamente porque no te consideras digno, que lo eres. Así siempre buscarás ir un paso más allá en tu crecimiento.»
«Daniel,» continuó el maestro, «antes de morir, los ancianos Lamas se reúnen en una especie de cónclave. Allí, los hierofantes heredan sus grandes legados y, generalmente, no los entregan completos a una sola persona. En cambio, dispersan su conocimiento, obligando a todos a unirse para entenderlo. Si hay alguien que no es merecedor, entonces su limitada información no lo llevará a ninguna parte. En ese cónclave, el moribundo ofrece ciertas claves para reconocer su reencarnación. Nadie conoce todas las claves exactas, pero un viejo maestro puede notar detalles específicos como una mirada peculiar, una forma de andar o hasta gustos y aversiones personales. Cuando se dan esas coincidencias, como en una caja fuerte, se descubre la combinación correcta. Luego, se te ponen pruebas y, si todos los maestros están de acuerdo, entran en una gran meditación, cuyo resultado, en este caso, eres tú, mi estimado hermano. Hoy, Daniel ha muerto, pues ha dado paso a un Lama. Ahora deberás predicar con tu ejemplo en cada momento de esta nueva vida.»
La Rueda de la Fortuna en el amor: Cada despertar es una nueva oportunidad para mejorar tu vida, no los malgastes.
En el Dinero: Son muchas las puertas a tocar, no te quejes y sigue adelante, pronto se abrirán las correctas.
En la Salud: Todo es más fácil cuando se hace con amor y jamás consideres esta acción como un signo de debilidad.
Feliz día, que dios los bendiga y un gran abrazo
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