Nota importante:

En Cada entrada interpretamos una baraja diferente del Tarot,  A través de Daniel, sus peripecias y lecciones de vida conectamos directamente con la interpretación de las cartas.

Las fui realizando cada día y retirando las anteriores cartas, pese a que algunas, decidieron repetir más no así en la historia. Espero que las disfruten y veremos que nuevas sorpresas nos trae “El Tarot” para el Futuro.

Que Dios los bendiga.

CABALLO DE BASTOS

Los hombres con más experiencia ya habían aprendido a ser cautos y dejaban que los imprudentes muchachos se llevaran la peor parte. Una vez que los animales estaban maltrechos y cansados, ellos se acercaban, tomaban el control del cuadrúpedo y lo llevaban a los corrales. Era una de esas extrañas reglas de la vida.

También es cierto que estos jóvenes mostraban tanto arrojo, en gran parte, por la presencia de las chicas de la región, quienes observaban con curiosidad y admiración el espectáculo de la doma.

Uno de los jóvenes que ese año se convertía en el centro de atención era conocido más por su «incapacidad» para hacerlo bien que por cualquier otra cosa. Era joven, regordete, simpático como él solo, ingenuo al máximo y con una gran necesidad de protagonismo. Año tras año, era de los primeros en entrar a la enfermería y de los últimos en salir.

Lamentablemente, sus imprudentes acciones lo habían convertido en una especie de atracción más dentro de los espectáculos, y, aunque resulte irónico, también en uno de los momentos más concurridos de la feria.

Nada podía anticipar lo que estaba a punto de suceder. Los más jóvenes ya habían caído uno a uno, y ahora era el turno de «Chin Chichón,» como lo llamaba la gente. Mientras caminaba hacia la arena, se distrajo al ver a una mujer y, sin darse cuenta, se tropezó y cayó dentro de un charco de excrementos. Sin inmutarse, se levantó y siguió caminando, todavía mirando a la joven.

De repente, un yak lo embistió por detrás, lanzándolo por los aires a más de seis metros. A pesar del accidente, «Chin Chichón» siguió adelante y, decidido, se subió a pelo sobre un caballo negro azabache llamado Tifón. Se aferró a las crines del animal con una mano y, con la otra, tiró tan fuerte de la cola que casi la arranca. El pobre caballo relinchó de dolor y comenzó a dar coces, tratando desesperadamente de sacudirse al joven. Pero cuanto más se movía el potro, más se aferraba el ya exhausto jinete. Después de unos minutos de frenesí, el caballo finalmente tranquilizó su paso, y la multitud gritaba emocionada, celebrando la valentía y la aparente destreza de «Chin Chichón.»

Fue entonces cuando «El Viejo Maestro» gritó: «¡Corre, Daniel, trae la camilla y avisa a la enfermería!» El joven maestro se sorprendió al oír esas palabras, pero, como si fuera una profecía, «Chin Chichón» salió disparado del enfurecido Tifón aún en movimiento y cayó pesadamente al suelo. El potro, sin perder un segundo, lo golpeó con sus patas delanteras y le propinó un mordisco con sus largos dientes.

La mejor faena de la feria terminó de la peor manera para el joven que, a pesar de los años, aún no había aprendido que la cabeza debía usarse para más que solo llevar un sombrero.

Caballo de Bastos…El ímpetu desbordado que puede llevar a la irresponsabilidad

Caballo de Bastos en el Amor: No esperes para decir “Te Amo”.

En el Dinero: si te comprometes a algo, cumple, recuerda que hoy pueden ser verdes, pero mañana serán maduras.

En la Salud: Las imprudencias terminan pagándose con los años. Cuídate.

Un abrazo y que dios los bendiga.

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