Nota importante:

En Cada entrada interpretamos una baraja diferente del Tarot. A través de Daniel, sus peripecias y lecciones de vida conectamos directamente con la interpretación de las cartas.

Las fui realizando cada día y retirando las anteriores cartas, pese a que algunas, decidieron repetir más no así en la historia. Espero que las disfruten y veremos que nuevas sorpresas nos trae “El Tarot” para el Futuro.

Que Dios los bendiga.

AS DE ESPADAS

Después del desayuno, era común que los jóvenes y adolescentes tuvieran clases con un monje que era algo así como un chamán o curandero. Este anciano apenas podía ver debido a las cataratas, pero inevitablemente sabía quién estaba cerca. Podía describir la vida entera de cada uno con solo estar a menos de diez pasos de distancia. Ese día, Daniel ya no aguantaba más y decidió preguntar al nonagenario cómo había desarrollado tal destreza. Primero, el anciano se echó a reír, pero luego, con el mayor de los cariños, pidió a los jóvenes que formaran dos filas y se colocaran frente a frente con el compañero al que tenían al lado.

—Lo primero que deben hacer es el Cho Ku Rei, una técnica que aprendí del maestro japonés Mikao Usui.

Daniel levantó la mano otra vez y le explicó al anciano que ya sabían lo que era el Reiki, y que esa lección la tenían suficientemente aprendida.

—Joven Daniel, tu impaciencia es casi tan grande como tu imprudencia. Calla, malcriado, y aprende sin rechistar —respondió el monje con una sonrisa.

—Cierren los ojos y, con las palmas extendidas, descubran dos grandes espirales o sub-chakras. Aprendan a reconocerlos experimentando con los chorros energéticos del compañero que tienen enfrente. Hagan esto por veinte minutos.

—Ahora, manteniendo los ojos cerrados, pasen las manos de arriba a abajo, a unos 25 cm de sus compañeros. Primero uno y luego el otro. Busquen cambios de energía: chispazos que sentirán como pequeñas pulsaciones, variaciones de temperatura, o incluso empujes y absorciones de energía. Algunos casos serán neutros. Percibirán olores que emanan del cuerpo y, especialmente, el ancho del aura magnética, que suele oscilar entre 5 cm (vital) y 2 metros (saludable).

—Mañana, al despertar y en ayunas, deben repetir estos ejercicios con animales, plantas, graneros, viviendas, y herramientas de campesinos y herreros. Creen en su mente un archivo nuevo que se alimente de lo que perciben a través de los «ojos» en las palmas de sus manos. Descubran lo que les agrada y lo que “NO” les agrada. Con el tiempo, aprenderán a determinar qué es aquello que les incomoda y, por medio de la percepción, sabrán exactamente qué energía utilizar para tratar cada dolencia: puede ser la energía de cierta flor, o, para un dolor profundo de espalda que deja una zona fría y hueca, colocar una aguja en el punto preciso para restaurar el flujo energético.

—Es así, mi querido Daniel, cómo un viejo ciego como yo puede saber hasta cuándo uno de ustedes está teniendo un mal pensamiento y de qué tipo, simplemente realizando un escáner fotocromático y sensorial de todo lo que me rodea.

—Maestro, ¿pero el maestro Usui no plantea nada de eso en los dogmas del Reiki? —preguntó Daniel, intrigado.

—Mis jóvenes, aquel que revela todo nunca será dueño de un misterio. Yo no los considero tontos y sé que el Reiki tiene sus limitaciones. Pero recuerden que, como seres energéticos que somos, solo nuestra mente es la barrera.

Eso es… As de Espadas.

As de espadas en el amor: la regla básica para mejorar cualquier cosa es “Querer un cambio”.

En el Dinero: Tú tienes la fuerza de 10 locomotoras, cuando vas a tomar la decisión de encenderlas.

En la Salud: el perdón es el mejor de los remedios.

Feliz día y un fuerte abrazo

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