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El verdadero Templo y Hogar de cada persona

En los libros sagrados, el «Templo» se refiere al cuerpo humano, el primer pilar y base de todo, donde lo divino se manifiesta y habita. En el Génesis se dice que somos hechos de barro, ¡Esto quiere decir algo!, que la Ciencia se ha tardado miles de años en confirmar. Tenemos un poquito de cada elemento que compone la Tabla Periódica, funcionamos con electricidad y con órdenes que pasan por un largo cableado llamado sistema nervioso, nuestro cerebro es un gran ordenador, nuestros ojos: una pequeña webcam, tenemos tubos de escape con emisiones de CO2, máquinas de reciclaje, compactadora de residuos sólidos con sistema de reciclaje incluido y así sucesivamente.

¿Pero?, ¿Cuál es la diferencia entre un androide de carne y hueso (Zombi) y un Ser “Animado” (Viviente)?
En que tenemos dentro de nosotros, algo llamado Animus o Alma, conocido también como “El Soplo Divino”.
Es por esto que también en el Génesis, se nos dice que somos “hechos a imagen y semejanza de Él. Nada en este mundo puede existir o coexistir sin pertenecer al sistema o simplemente crearía una crisis o un fallo total como son los “Virus” en los seres vivos o en los ordenadores.

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Nuestro cuerpo es una especie de vehículo, una envoltura que transporta el alma, ese núcleo esencial donde se vive la experiencia directa de lo divino. En cada ser viviente, en cada momento que respiramos, se despliega la presencia de Dios dentro de nosotros, manifestándose no como algo externo y distante, sino como una realidad íntima que habita en lo más profundo de nuestro ser. Esta conexión nos invita a comprender que la divinidad no es algo que se busca fuera, sino que se experimenta dentro, en la esencia misma de la vida cotidiana.

Se sabe que El Árbol de la Vida de los Hebreos plantea que existen 3 y no 2 líneas de ADN. Y que ya hace más de 5.000 años con este sistema se podía conocer el Genoma Humano “descubierto con bombos y platillos en el año 2000” y, supuestamente, para el 2003 ya tenían resuelto el 99% de dicho código, por lo que entiendo que “Colón volvió a descubrir América”.


Somos una esencia verdadera, y de esa comprensión surge la responsabilidad que cada individuo tiene hacia su cuerpo. Esta conexión con lo sagrado también fundamenta la premisa que, en muchas tradiciones, prohíbe el suicidio y lo sanciona con la excomunión, reflejando el profundo respeto por la vida como un regalo divino que no debe ser desechado. una esencia verdadera y de allí la responsabilidad que tiene cada quien con su cuerpo, también de allí, parte esa premisa que prohíbe con la excomunión el suicidio.


En muchas ocasiones me preguntan: ¿Qué debo hacer para ser mejor? Mi respuesta siempre es la misma: Piensa que un pedacito de Dios—ya sea Jesucristo, Buda, Alá, Krisna, Zeus, Ra, Emperador de Jade, Sai Baba o YHVH—no importa cómo lo llames, está dentro de «TI». Esta esencia divina existe en ti y te permite manejar su máquina para vivir de una forma diferente, para experimentar la vida plenamente. Esto es lo que conocemos como «Libre albedrío», la capacidad de elegir y crear tu propio camino en este mundo.


Cuando yo (Ricardo) aprendí esto de mis maestros, lamentable o afortunadamente, sufrí una transformación. Tenía que cambiar, ya no existía la posibilidad de más excusas, “Yo era el único realizador de mi historia”. Estoy obligado a cuidar mi templo, mi vehículo, mi cáliz, así como también, soy el único responsable de no intentar mentirle a mi Dios interior. Tengo que confesar que este es el punto que menos me agrada y la razón de este escrito.


Después de leer y comprender esto, ya no hay vuelta atrás. Cuando actúes de manera incorrecta, debes ser plenamente consciente de que puedes mentirle a todos los que desees, pero nunca podrás engañar a tu alma. La mala suerte dejará de existir, y no podrás culpar a otros por tus desamores. Porque «TÚ», y solo «TÚ», serás el responsable y el conductor de tu vida. La autenticidad de tus elecciones define tu camino, y es tu deber asumir las consecuencias de cada acción.

Ricardo Latouche Pardo


www.ricardolatouchetarot.com