Simplemente como un estornudo algo totalmente por sorpresa dejó a aquel hombre como congelado, la piel con un sudor aceitoso y espeso evidenciaba el tremendo derrame de adrenalina, sus labios resecos, pupilas dilatadas y lo más impresionante era como su cabellera había pasado del negro al blanco en un solo instante. Su voz entrecortada, solo tartamudeaba el nombre de la que solo hasta hacia unos minutos era su mascota y amiga de toda la vida. Perplejos los pueblerinos cogieron al aturdido vecino y como pudieron lo llevaron al viejo monasterio.
Ese día Daniel y Mathias estaban al cargo de la enfermería, después de poner suero y aflojarle las ropas un poco, comenzaron a ver como el semblante del superviviente volvía a sus facciones naturales, en eso vieron como la sangre lentamente comenzó a brotar de las profundas heridas proferidas por las garras, aún nadie podía dar entendimiento a lo sucedido, pero definitivamente ese hombre había sido atacado por algún ser diabólico o monstruo de las montañas.
Más de 2 meses paso el campesino sin hablar, era algo impresionante, su mirada solo denotaba algún tipo de pánico que salía de su misma alma, y mientras dormía lloraba como un niño desde una posición fetal que dejaba perplejo hasta a los hombres de ciencia que se dieron cita en las dependencias del Templo.
Un mañana Daniel se animó y le pregunto:
– ¿Buen hombre cuál es tu nombre? ¿De qué pueblo eras? ¿Qué fue lo que te sucedió? ¿Podemos avisar a alguien que tengas para que estén más tranquilos por ti?
– Daniel amigo mío soy Zeim, el hermano de Rebeca, nos conocemos desde niños, ¿Por qué no me reconoces? ¿Tan deforme he quedado después del ataque de ese Ave de rapiña?
– Zeim hermano de mi alma, que ha podido hacer esto en ti, tu cuerpo ha envejecido como 40 años, eres ahora un anciano desgarbado y tu cabello es blanco como la nieve pero en tu cara no vimos herida alguna, no así en tus hombros y espalda que si tenían grandes heridas proferidas por algún tipo de garra pero jamás pensé que podría tratarse de un ave.
– “Pues sí” amigo un gran águila de cabeza blanca, me alzó en su vuelo por casi todo el valle, Atila mi perro fiel me siguió ladrando como atolondrado, en un momento pego un brinco y cayo sobre el ave que volaba muy bajo por mi peso, allí caí y las bestias se enfrentaron, pero de un picotazo segó la vida de Atila y yo pensé que ahora sería el próximo y di mi vida por terminada hasta hoy que he escuchado tu voz.
– Amigo yo había leído que en ocasiones las personas al vivir situaciones traumáticas encanecían y hasta podían envejecer, pero no doy crédito a lo que ven mis ojos, para todos va a ser una gran alegría saber que eres tu pues tenemos meses buscándote y visitando los poblados cercanos tras tu desaparición, ya mismo busco a tu hermana y doy gracias al creador porque estas con nosotros.
Mañana en el Amor: no juegues nunca con los sentimientos de otros, para que luego no jueguen con los tuyos. En el Dinero: Si no puedes cumplir, no te comprometas. En la Salud: practique meditación y respiración.
Que Dios los bendiga, feliz día y un fuerte abrazo
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