Hace muchos años la vida me otorgo uno de esos momentos ejemplares en mi vida, tuve la oportunidad de conocer personalmente a un “Gran Hombre”, “Don Félix Vargas Chacón” este maestro de vidas escribió un libro, que atesoro como uno de mis 10 mejores libros: “40 años en el delito”, este señor, muy entrado en canas y con una piel que solo podía demostrar lo curtido de su tránsito por el camino, fue uno de los mayores estafadores de la historia y paso gran parte de su vida entre rejas, yo aún era un joven que gateaba los veinte años y pasaba mis horas escuchando las anécdotas de mi maestro en los sótanos del edificio CADAFE en El Márquez, mi viejo amigo desbanco todos los casinos de su época, pero dos fueron sus grandes enseñanzas y las puedo resumir en una.
1) El me decía para ser el mayor de los estafadores pase muchos años entrenándome, estudiando y mejorando cada día para ser el mejor.
2) una vez que entro en la cárcel, paso cada instante de su vida meditando en todo aquello que lo había llevado por el mal camino, de hecho su libro es una apología a, como cambio su vida.
Hacia unos años, yo había perdido a mi madre y mi abuelo, pero “Dios” me obsequiaba con un delincuente para ayudarme a salir adelante, recuerdo en muchas oportunidades, nuestras disertaciones, mis enojos con mi madre, mis hermanos, mis jefes, y el siempre me decía, “El martillo se queja de tanto golpe, pero nunca piensa en el yunque que los recibe”, “El Caballo de Oros”, resume toda esta historia, yo realmente necesitaba de un abuelo, de un maestro que no me reclamara una vez más sobre mis errores, pero la perfección del universo me dio a “Don Félix”, recuerdo el miedo que me daba saber que aquel hombre era salido de la cárcel, de la delincuencia, y por el otro, sus palabras, siempre sensatas, clarificadoras y unas guías más rígidas que las líneas de un Tren, sus palabras taladraban mi mente y cuando yo solo pensaba en hacer daño o vengarme de mi madre o hermanos, el me hacía ver, como yo era el culpable de la situación o en muchos casos que aun cuando no me gustara, no había oportunidad de hacer más nada.
Honro su memoria maestro donde quiera que este, hoy quiero decirle que soy hombre de bien, que me llevo bien con mis hermanos, que tengo 3 hijos y hasta donde sè, no le debo a la justicia, gracias maestro. Usted como el “Caballo de Oros”, me recuerdan que hay que esforzarse por lo que uno quiere y que en la mayor de las oportunidades, el camino fácil, es un grave error.
Mañana en el Amor: La suerte está echada y llego el momento de mover ficha. En el Dinero: no todo lo que brilla es oro, cuidado con deslumbrarse. En la salud: lime asperezas con un familiar.
Escribiendo esto, decidí investigar un poco en internet y me conseguí con esto: http://m.olx.com.ve/item/list_comments/837476 Es para mí un orgullo que lo lean y descubran que no es solo mi opinión, sino la de mucha gente.
Feliz día, que Dios los bendiga, un abrazo
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