Es evidente que no todas las lides (batallas), que se le presentan a uno, debe lucharlas, pero hay ocasiones en que no queda de otra y pasa a ser algo más que una simple contienda y se convierte en una verdadera situación de honor y respeto por uno mismo. Tengo que resaltar que siempre las mayores y peores batallas, se libran en nuestro interior y que cualquier enemigo externo que podamos tener, es un simple reflejo de algo que se cuece por dentro. Es por esta razón que si se llega a una situación en el plano terrenal, uno tiene la obligación de confrontarlo hasta las últimas consecuencias. Quiero aclarar que aquí no se habla de golpizas y de ver quién es el más macho, eso se lo dejamos a los sementales o a los reprimidos de turno.
Cuando uno tiene todas las pruebas, es víctima de un agravio y no exige justicia, se convierte automáticamente en cómplice, cuando la justicia no hace nada, se debe ir a una instancia superior, hasta que uno sea escuchado. Las oficinas de reclamos de consumo, los tribunales que supervisan el correcto desempeño de los empleados públicos, y todas las autoridades, deberían estar permanentemente al servicio de hacer respetar la ley. Pero como la gente se ha acomodado y no exige que se le respeten sus derechos, estamos creando un mundo de tiranías y corrupción que deja chupándose el dedo a cualquier otro momento de la historia.
Bancos que cobran comisiones inexistentes y que procuran específicamente estafar a sus clientes. Empresarios que contratan los servicios de personas y después de tenerlos como esclavos, los tiran a la calle sin pagarles los sueldos u otro tipo de indemnización. Funcionarios policiales que roban asesinan y golpean a la gente detrás de una placa y un escudo. Médicos que con sus malas praxis matan a inocentes. Funcionarios públicos que por unas bajas médicas fingidas, se ausentan por meses y años de sus lugares de trabajo. Políticos que gastan el dinero de sus pueblos o naciones a mansalva y que se dan el lujo de crear leyes para quedar indemnes de toda justicia…… el “Caballo de Espadas” es llamado “El Alguacil” y sirve para recordarnos que “Quien la hace, la paga” y que a la hora de ver a alguna víctima, estamos obligados a socorrerla, con la simple atención, de evitar ser la victima de mañana”. Aquí les dejo un documental muy interesante sobre el poema del Mio Cid. Se los recomiendo: http://www.rtve.es/alacarta/videos/los-libros-ficcion/libros-poema-del-mio-cid/1344228/
Mañana en el Amor: Solo aquel que realmente está dispuesto a defender aquello que dice que ama, podrá conocer la verdadera felicidad. En el Dinero: sí, no lo vas a hacer, no te comprometas y dale la oportunidad al que de verdad está dispuesto. En la Salud: se debe tener un especial cuidado en los pies, los tobillos y los dedos.
Que Dios los bendiga, feliz día.
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