Ciegos a la luz | Reflexiones de Ricardo Latouche
Siempre hay luz, pero nos empeñamos en cerrar los ojos y creernos ignorantes de lo que nos rodea.
No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Son muchos los que dicen “Yo no sabía” pero en la realidad, el corazón siempre nos habla y tiene esa llama bien incandescente que nos guiará inequívocamente si le prestamos atención.
Un abrazo grande y que Dios te bendiga.